sábado, 23 de febrero de 2008

Cuenta diez atajos, y podrás ver el mar

Quiero decirte que estoy bien, que aquí, donde cada segundo se arrastra junto a un acordeón desafinado, soy feliz.
Pero es perder el tiempo.
Como los cien atajos de Machado, que no eran más que ciento diez mentiras. Como los acordes inventados que escribo en una servilleta por las mañanas, esos que nunca llego a escuchar. Como llover sobre mojado, y soñar sintiendo el mar.
Es perder el tiempo.
La frustración me saluda cada día con su sonrisa cargada de ironía, y yo le devuelvo el saludo, en un vano intento de indiferencia. La soledad me recuerda en un susurro que ya va siendo hora de despertar. Odio esa voz. Al igual que un Domingo soleado, cuando olvido donde debería estar, entre tu sonrisa y tus ojos, junto al olor a sal.
Quiero decirte que estoy bien, aún siendo un estúpido intento de defensa hipócrita. Aún tratando de sonreirle a mi frustración todas las mañanas, pensando en tu mirada y soñando con esos cien atajos, a los que nunca quiero llegar, por miedo a olvidar el significado de una mentira, por miedo, quizá, a no saber decirte si estoy bien o mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias...

Contaré esos diez atajos.